Debajo de los pies

Debajo de los pies es un proyecto que se inicia en el verano de 2017, en una residencia con Eduardo Guerrero en las cercanías de Cádiz. Las mañanas transcurren entre conversaciones sobre los estilos del flamenco, el significado de los palos, como algunos han llegado a nosotros a modo de romances o corridos. Hablamos, en esas mañanas, mientras el calor se impone: de bailar la palabra, del destino de los cuerpos, como el cante alivia las fatigas del trabajo…

Y el cante se define como afinidad cultural y el baile como un despertar, el tiempo lo va transformando todo para llegar a la esencia del ser humano, un viaje introspectivo hacia el interior de cada uno, un eco universal. 

Este proyecto quedará suspendido en las tardes del verano, pero no deja de resonar; un movimiento constante, un pequeño temblor debajo de los pies nos impide olvidarnos de esas conversaciones, de esos encuentros. Y volvemos a la palabra. 

El trabajo de campo nos llevará, de la mano de David Lago, hasta el Maleno en Jerez de la Frontera.  En Jerez pasamos una tarde, que recuerdo otoñal, con el tío Maleno. Esa tarde nos dejamos atravesar por el paso del tiempo, viajamos a través de la memoria, de la tradición oral; y la fascinación de la palabra, como eje transmisor de un conocimiento ancestral, nos atraviesa. Este temblor continúa y grabamos las salinas de Cádiz, las ruinas que se perpetúan en el tiempo y los pies de Eduardo Guerrero en pugna con las arenas de la playa de Bolonia, los pies descalzos, la duna como reflejo de tantos lugares, el espejismo del tiempo… 

En Sevilla pasamos una mañana con Remedios Amaya, que nos traslada a su infancia, al Polígono de San  Pablo, desde donde cuenta que: “había muchos gitanitos, estaba Raimundo Amador, toda su familia, su abuelo que tocaba la guitarra, El Bobote, El Eléctrico, Paco Manzano, mi prima Carmelilla Montoya, y éramos un grupo de niños y niñas que cantábamos y bailábamos demasiado…” Tanto, que Remedios se arranca por tangos al final de la mañana en el salón de su casa. De esa mañana llena de recuerdos me quedo con la profundidad inexpugnable de los ojos de Remedios Amaya.

Pero la pieza aún no arrancaría, volvería al reposo, entre medias otros proyectos, otros viajes, Sombra Efímera en el Festival de Jerez, la versión de los Teatros del Canal en Madrid, Una nueva versión para el Teatro de la Maestranza en Sevilla. Un proyecto en constante cambio, su gira por diferentes ciudades. 

Y la vida se detiene a las puertas de la primavera, llegará un confinamiento, la revisión de materiales y también el deseo de habitar todo ese material guardado “debajo de los pies”. Las horas en Skype se sucederán en esa nueva rutina de encuentro virtual que se manifiesta como elemento indispensable de la comunicación actual. Retomamos todo ese material acumulado que va emergiendo a la superficie, lo relacionamos con textos, obra pictórica, cadencias, ritmos, los sentidos a flor de piel. Con fuerza nos dejamos habitar por todo ese cosmos. Para darle forma creamos un equipo que dialoga con el archivo y el nuevo material. José Acedo pone músicas a las letras de las poetisas del Siglo de Oro, que interpretará al cante Ismael de la Rosa con el acompañamiento a la percusión de Manuel Reina. Eduardo Guerrero con Alberto Sélles y Nieves Rosales conforman el cuerpo coreográfico, dando forma a este atlas de emociones que reinterpretan a través del video y la luz los Voluble. A la superficie del Festival de Jerez emergerá todo que lo que se guardó durante este tiempo Debajo de los pies.

Mateo Feijóo. Madrid 17 de nov. de 20