Almería puede presumir de ser una ciudad capital para la historia y el desarrollo de un arte Patrimonio Inmaterial de la Humanidad como el Flamenco. Entre otros motivos porque almeriense es el creador de la guitarra en su concepción actual, Antonio de Torres; porque ha dado numerosos nombres propios al cante, al baile y al toque, como ejemplo sus dos estrellas mundiales actuales, Tomatito y Niño Josele; porque almeriense es el taranto, uno de los palos más respetados y solemnes; y porque su festival es uno de los más prestigiosos y con más solera del circuito, con más de 50 años de historia, habiendo acogido a todas las estrellas del momento, a valores emergentes que llegaron a la cima poco después y con un decidido apoyo a la escena local.